La fina artesanía y el diseño adaptable se exhiben en nuestra colección de aretes 9K en YFN. Debido a que cada par está diseñado por expertos con oro de 9 quilates de calidad, la longevidad y un pulido brillante están garantizados. La colección ofrece una variedad de estilos que se adaptan a una amplia gama de gustos y preferencias, desde simples aretes hasta aretes más ornamentados. El color intenso del oro de 9 quilates aporta sofisticación a cualquier conjunto y su durabilidad garantiza un uso duradero. YFN garantiza una experiencia de compra impecable con navegación sencilla, métodos de pago seguros y envío rápido y confiable. Estos exquisitos aretes de 9 quilates agregarán estilo a cualquier colección de joyas y son apropiados para cualquier entorno. Mire nuestro inventario ahora mismo para descubrir el par ideal que combine con su estilo individual.
FAQ about Pendientes Oro 9K
¿Cuáles son las características de los pendientes de oro de 9K?
El oro de 9 quilates se compone de un 37,5 % de oro puro mezclado con otras aleaciones (como plata, cobre y zinc), lo que lo hace más duro y duradero que el oro de mayor quilates. También es más asequible y conserva un sutil brillo dorado.
¿Los aretes de oro de 9 quilates se empañan o decoloran con el tiempo?
Los aretes de oro de 9 quilates son relativamente resistentes a la oxidación, pero pueden oscurecerse si se exponen al sudor, productos químicos (como perfumes o cosméticos) o humedad durante períodos prolongados. La limpieza regular y el almacenamiento adecuado ayudan a mantener su brillo.
¿Los pendientes de oro de 9 quilates son aptos para oídos sensibles?
Dado que el oro de 9 quilates contiene un mayor porcentaje de aleaciones, algunas personas con piel sensible pueden experimentar reacciones alérgicas, especialmente al níquel o al cobre. Si tiene sensibilidad en la piel, lo mejor es optar por aretes sin níquel u opciones de oro de mayor quilates, como el oro de 14 quilates o 18 quilates.
¿Cómo debo limpiar correctamente los aretes de oro de 9K?
Remoja los aretes en agua tibia con un jabón suave durante unos minutos y luego límpialos suavemente con un paño suave. Evite el uso de cepillos duros o productos químicos agresivos para preservar el brillo de la superficie.